El grupo de la tercera edad es muy heterogéneo, muchos ancianos mantienen una vida activa en la que adoptan nuevas actividades, las que a menudo desarrollan con gran entusiasmo. Desean no ser tratados como “viejos” y cada vez son más los que anhelan una dentadura de buena presencia y funcionalidad. Sin embargo, en general, la capacidad regenerativa del cuerpo disminuye y se llega a un proceso de desgaste en el que sobrevienen enfermedades crónicas. El proceso de envejecimiento produce en la cavidad oral una serie de cambios graduales, irreversibles y acumulativos, lo que origina en ella una mayor vulnerabilidad a los agentes traumáticos e infecciosos. Por otra parte, la mayoría de los adultos mayores toman a menudo medicamentos que con frecuencia tienen efectos secundarios en la cavidad oral reflejado en la disminución del flujo salival. Como resultado de esto hay mayor probabilidad de la ocurrencia de caries y enfermedades en las encías, infecciones provocadas por hongos. Es posible también el desarrollo de tumores en la cavidad oral, sobre todo en fumadores y consumidores de alcohol. Para prevenir esto es necesario un diagnostico oportuno. Por estas razones, a medida que uno envejece, resulta aún más importante cuidar los dientes y la salud bucodental. Si no se hace revisiones dentales con regularidad, esto podría llevar a su vez a que los problemas no se diagnostiquen hasta que sea demasiado tarde. Una idea errónea generalizada es que es inevitable perder los dientes. No es cierto. Si se cuidan correctamente, los dientes pueden durar toda la vida. Estos son algunos consejos para preservar y mejorar su salud bucal: